TRES OBRAS DE ARTE

en constante evolución

Si a un niño se le "quiebra el espíritu" a fin de que se amolde al sistema, castigando sus exuberantes sentimientos amorosos y sensuales, a partir de entonces los suprimirá. Su espíritu quedará aplastado por la verguenza sufrida, y cuando sea adulto ésta se manifestará en sentimientos de culpa e inseguridad neurótica. Tendrá miedo de la vida y procurará ponerla bajo control. En vez de aprender a "ser", le obsesionará el "hacer",el desempeño que silencie sus temores.
Alexander lowen

sábado, 30 de enero de 2010

Doula:"La gran madre"


Extraído del libro PURPERIOS Y OTRAS EXPLORACIONES DEL ALMA FEMENINA, pág. 113, Capítulo 5 – Las “Doulas”. Publicado con permiso de Laura Gutman.


Decidí desarrollar institucionalmente la profesión de la “doula” para asistir a las mujeres durante el puerperio (según mi punto de vista, los dos primeros años después del nacimiento del bebé), a domicilio. (…)
¿Qué cosas tienen que pasar para que una mujer se anime a solicitar una “doula” a domicilio?
Cosas bastantes comunes: por ejemplo, que sea el segundo día en la clínica después del nacimiento del bebé. O cuando regresa a casa después del parto. Cuando cuatro días más tarde el varón retoma su trabajo. Si se siente indefensa o temerosa por nada en especial. Si el bebé llora mucho y no lo puede calmar. Si tiene cualquier tipo de inconvenientes con los pechos. Si tiene ganas de llorar. Si se siente desconectada e irritable con el bebé. Si se siente sola. Si no sabe a quién hacerle preguntas. Si se angustia. Si no encuentra recursos para sentarse a jugar con sus hijos mayores. Si se culpa por no estar haciéndolo bien. Si está desbordada. Obviamente, si tiene mellizos o trillizos (incluso si cuenta con una nurse, o varias). Si el día es muy largo estando sola. Si no tiene interlocutores que den crédito a sus percepciones. Si los hijos mayores la reclaman desmedidamente cuando se ocupa del bebé. Si las noches se parecen al infierno. Si le diagnosticaron una depresión puerperal. Si las personas que la quieren le recomiendan que retome rápidamente su trabajo para “ponerse bien”. Si el marido llega cada vez más tarde a casa. Si sencillamente está deprimida. (…)
También espero que el oficio de “doula” ingrese en el inconsciente colectivo femenino.
Que las mujeres “sepamos” después de parir que merecemos naturalmente llamar y solicitar una “doula” a domicilio, para que nos abra las puertas de los Misterios de la Maternidad y despierte en nosotras la intuición ancestral, la sabiduría y el regocijo de la transformación. (…) La “doula” representa de esta manera al arquetipo de “La Gran Madre”.
Su principal función es la de maternar a la madre para que, entonces, pueda maternar a su hijo. Creo que las “doulas” como institución, pueden convertirse en un sostén fundamental para las mujeres del siglo XXI.
EN EMERGENCIAS, MÁS QUE NUNCA, AMAMANTAR SALVA VIDAS:

Las donaciones de leche para el biberón en casos de catástrofe (guerra, terremoto, inundación...) son sumamente peligrosas. En realidad no son donaciones, sino muestras gratuitas: es el medio por el que las empresas lácteas compiten para hacerse con nuevos mercados. Si estás atenta a las noticias, muchas veces habrás oído cómo ha salido un avión cargado de leche... raramente oirás de un avión cargado de macarrones o lentejas. Porque las empresas que venden macarrones o lentejas, fuera de que alguna en concreto tenga un director especialmente generoso o solidario, no tienen un interés comercial en hacer una donación. Mientras el país en cuestión esté en ruinas, no pagarán por la comida; cuando superen la catástrofe, se comerán sus propias lentejas cultivadas en su país, o sus propios macarrones fabricados por empresas locales. En cambio, si en un país del tercer mundo consigues cargarte la lactancia, consigues que millones de madres abandonen la lactancia y millones de médicos y enfermeras aprendan las ventajas del biberón, que sin duda es buenísimo porque la asociación X nos lo regalaba para ayudarnos, luego tendrás un mercado cautivo que valdrá millones, porque esa leche no se fabrica en el país y la tendrán que importar, y acostumbrados a la marca Z probablemente seguirán comprando la marca Z. Hace años pidieron que los donativos fueran con una etiqueta blanca, "leche para bebés", sin marca, y los fabricantes, claro, no quisieron. Además, muchas veces la empresa fabricante se ahorra el transporte: se limita a entregarle las muestras gratuitas a una ONG (por suerte las ONG serias ya no las aceptan, pero a veces encuentras a un primo), o a un gobierno, y estos pagan los portes. Y el mercado de la lactancia, no nos engañemos, está en el tercer mundo. En España sólo nacen menos de 500.000 niños al año; en Indonesia más de 5 millones, en la India más de 25 millones... Son muchos más clientes, aunque algunos se mueran por el camino, aunque sólo se compren una lata de leche por semana y la diluyan para que dure...Hace unos años, acababa de terminar la guerra de Sarajevo, conocí a un pediatra bosnio en un congreso. Había pasado hambre, estaba delgadísimo, y en las comidas recogía hasta la más minúscula miga de pan que cayera en el mantel y se la comía. Nos explicó como al principio de la guerra la mortalidad infantil aumentó espectacularmente, porque fueron inundados con muestras gratuitas. Claro, no todos los profesionales tienen buena formación sobre lactancia, igual que pasa aquí. Muchos empezaron a recomendar "ayuditas", pensaban que las madres, "estresadas" por la guerra, no tendrían leche, o que al quitarle a una madre mal alimentada la pesada "carga" de tener que dar el pecho le hacías un favor. Sin agua potable ni gas para hervirla (lo mismo que ocurre ahora en Gaza), cuando las explosiones destruyen las alcantarillas y la mierda inunda las plantas bajas... la mortalidad fue enorme. Tuvieron que ser los pediatras más concienciados los que fueran a quejarse a UNICEF, que convocó una reunión de todas las ONG sobre el terreno, acordaron no distribuir más donaciones, realizaron cursos para el personal... en pocos meses, mientras la guerra continuaba, habían conseguido tasas de lactancia materna más altas y una mortalidad infantil más baja que antes de la guerra.Por supuesto algunos niños necesitan leche artificial en las guerras; pero para esos pocos ya se consigue leche sin necesidad de espectaculares cargamentos de muestras. Y esos niños, en esas condiciones, tienen un riesgo de muerte tan alto que ya no vale aquello de "la madre es libre para decidir, y si ha elegido la lactancia artificial...".En esas condiciones hay que hacer todo lo posible para que la madre relacte, aunque lleve meses sin dar el pecho, o para encontrar una nodriza. Y tristemente eso no es muy difícil, porque los bebés son más frágiles que los adultos: en cualquier catástrofe hay más madres sin bebé que bebés sin madre.
Saludos

Carlos González(Red LACMAT)

miércoles, 6 de enero de 2010

¡¡¡ESCUCHAME!!!

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos,no has hecho lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme porqué no debería sentirme así,no respetas mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mis problemas,no respondes a mis necesidades.

ESCUCHAME!!!!

TODO LO QUE TE PIDO ES QUE ME ESCUCHES,NO QUE HABLES O QUE HAGAS.SOLO QUE ME ESCUCHES.
ACONSEJAR ES FÁCIL.PERO YO NO SOY UN INCAPAZ.CUANDO TÚ HACES POR MÍ,LO QUE YO MISMO PODRÍA HACER Y NO NECESITO,NO HACES MÁS QUE CONTRIBUIR A MI INSEGURIDAD.
PERO CUANDO ACEPTAS SIMPLEMENTE QUE LO QUE SIENTO ME PERTENECE,AUNQUE SEA IRRACIONAL,ENTONCES,NO TENGO QUE INTENTAR HACERTELO ENTENDER,SINO EMPEZAR A DESCUBRIR LO QUE HAY DENTRO DE MÍ.