TRES OBRAS DE ARTE

en constante evolución

Si a un niño se le "quiebra el espíritu" a fin de que se amolde al sistema, castigando sus exuberantes sentimientos amorosos y sensuales, a partir de entonces los suprimirá. Su espíritu quedará aplastado por la verguenza sufrida, y cuando sea adulto ésta se manifestará en sentimientos de culpa e inseguridad neurótica. Tendrá miedo de la vida y procurará ponerla bajo control. En vez de aprender a "ser", le obsesionará el "hacer",el desempeño que silencie sus temores.
Alexander lowen

domingo, 6 de diciembre de 2009


"A Margarita"


Margarita, está linda la mar,y el viento lleva esencia sutil de azahar;yo siento en el alma una alondra cantar:tu acento.Margarita, te voy a contar un cuento.
Éste era un rey que tenía un palacio de diamantes,una tienda hecha del díay un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,un gran manto de tisú,y una gentil princesita,tan bonita,Margarita,tan bonita como tú.
Una tarde la princesa vio una estrella aparecer;la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla decorar un prendedor,con un verso y una perla,y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas se parecen mucho a ti:cortan lirios, cortan rosas,cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,bajo el cielo y sobre el mar,a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,por la luna y más allá;mas lo malo es que ella ibasin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor,se miraba toda envuelta en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?Te he buscado y no te hallé;y ¿qué tienes en el pecho,que encendido se te ve?»
La princesa no mentía.Y así, dijo la verdad:«Fui a cortar la estrella míaa la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que tocar?¡Qué locura! ¡Qué capricho!El Señor se va a enojar».
Y dice ella: «No hubo intento;yo me fui no sé por qué;por las olas y en el viento fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:«Un castigo has de tener:vuelve al cielo, y lo robado vas ahora a devolver».
La princesa se entristece por su dulce flor de luz,cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí:son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.
La princesita está bella,pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella,verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,y el viento lleva esencia sutil de azahar:tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento.
Rubén Darío

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